"Quiero Ser el Amigo de Dios" (Santiago 2:23)
Quiero que en mi vida se vea,
Quiero que Cristo mi Salvador sea,
Que todos los días Su Palabra yo lea
Quiero ser el amigo de Dios.
Quiero que Cristo mi Salvador sea,
Que todos los días Su Palabra yo lea
Quiero ser el amigo de Dios.
Quiero en Él por siempre confiar,
De Su santo camino jamás desviar,
Acercarme a Él que no ha de cambiar
Quiero ser el amigo de Dios.
De Su santo camino jamás desviar,
Acercarme a Él que no ha de cambiar
Quiero ser el amigo de Dios.
Quiero sentir por dentro Su fuego,
No quiero de la iglesia jugar más el juego,
Su voluntad haré con gozo muy luego
Quiero ser el amigo de Dios.
No quiero de la iglesia jugar más el juego,
Su voluntad haré con gozo muy luego
Quiero ser el amigo de Dios.
Quiero que de mí esté agradado,
No volveré a lo que le he prometido y dado,
Pues ya puse mi mano al eterno arado
Quiero ser el amigo de Dios.
No volveré a lo que le he prometido y dado,
Pues ya puse mi mano al eterno arado
Quiero ser el amigo de Dios.
Yo quiero seguirle en noche oscura,
Conocerle mejor en la prueba más dura,
Sentir y conocer Su gran ternura
Quiero ser el amigo de Dios.
Conocerle mejor en la prueba más dura,
Sentir y conocer Su gran ternura
Quiero ser el amigo de Dios.
Conozco ahora la inmensidad
De Su constante amor y fiel bondad;
Me gozaré cuando pueda en honestidad
Decir: "Yo soy el amigo de Dios".
De Su constante amor y fiel bondad;
Me gozaré cuando pueda en honestidad
Decir: "Yo soy el amigo de Dios".
- Deanna Thomas
GRACIAS
Te doy gracias mi Señor
por las aguas de los ríos,
por la luna y por el sol,
y por todo lo que es mío.
Por el aire que respiro,
por mi dicha y mi salud
y por las cosas que miro,
te doy gracias mi Jesús.
Te doy gracias por las flores,
pero más por esta flor
con que adornas mis amores;
la presencia del Señor.
Yo doy gracias por mi vida,
porque Jesús la salvó.
Canta mi alma agradecida
esta alabanza al Señor.
Doy gracias por las estrellas
que alumbran mi salvación
porque salí de tinieblas
con Cristo en mi corazón.
por las aguas de los ríos,
por la luna y por el sol,
y por todo lo que es mío.
Por el aire que respiro,
por mi dicha y mi salud
y por las cosas que miro,
te doy gracias mi Jesús.
Te doy gracias por las flores,
pero más por esta flor
con que adornas mis amores;
la presencia del Señor.
Yo doy gracias por mi vida,
porque Jesús la salvó.
Canta mi alma agradecida
esta alabanza al Señor.
Doy gracias por las estrellas
que alumbran mi salvación
porque salí de tinieblas
con Cristo en mi corazón.
- autor desconocido
TRAS LA TORMENTA
Tras la tormenta el arco iris,
Y tras la oscuridad, la luz;
Tras la amargura, la alegría
Que a los creyentes da Jesús.
Y tras la oscuridad, la luz;
Tras la amargura, la alegría
Que a los creyentes da Jesús.
Tras el invierno, primavera;
Tras el combate rudo, paz;
Tras triste valle, excelsa cumbre;
Tras cautiverio, libertad.
Tras el combate rudo, paz;
Tras triste valle, excelsa cumbre;
Tras cautiverio, libertad.
Tras cuanto vemos, Dios el Padre,
Su amor que nunca faltará;
Tras este mundo, el cielo a donde
Jesús nos ha de trasladar.
Su amor que nunca faltará;
Tras este mundo, el cielo a donde
Jesús nos ha de trasladar.
Alegre canto el alma eleva
Pues tras el velo Cristo está
Sosteniendo a la fe de Su nombre,
Y he de mirar Su hermosa faz.
Pues tras el velo Cristo está
Sosteniendo a la fe de Su nombre,
Y he de mirar Su hermosa faz.
- Ernesto Barocio
Mis puertas abiertas te esperan
(FRANCISCO ESTRELLO)
A rústico albergue llegaste, Señor;
ni un sitio te hicieron en todo el mesón;
apenas las bestias te dieron calor,
y allí entre la paja naciste, Señor.
A todas las puertas tu madre llamó
y nadie a su angustia la puerta le abrió;
hallaste la vida cerrada al amor,
y sólo un pesebre el hombre te dio.
Florece en mi vida la nueva canción
que al mundo trajiste naciendo en Belén;
no importa que encuentres cerrado el mesón,
mis puertas abiertas te esperan, Señor.
A rústico albergue llegaste, Señor;
ni un sitio te hicieron en todo el mesón;
apenas las bestias te dieron calor,
y allí entre la paja naciste, Señor.
A todas las puertas tu madre llamó
y nadie a su angustia la puerta le abrió;
hallaste la vida cerrada al amor,
y sólo un pesebre el hombre te dio.
Florece en mi vida la nueva canción
que al mundo trajiste naciendo en Belén;
no importa que encuentres cerrado el mesón,
mis puertas abiertas te esperan, Señor.
Dios ha de ser tan nuestro
(FRANCISCO ESTRELLO)
Dios ha de ser tan nuestro,
que el alma estremecida
con su presencia ardiente
se incendie y resplandezca;
Dios ha de ser tan nuestro,
de modo que la vida
de milagro divino
se sature y florezca.
Dios ha de ser tan nuestro
que nada pueda nunca
robarnos la alegría;
Dios ha de ser tan nuestro,
que el alma alborozada
con salmos y aleluyas
despierte cada día.
Dios ha de ser tan nuestro,
que el alma estremecida
con su presencia ardiente
se incendie y resplandezca;
Dios ha de ser tan nuestro,
de modo que la vida
de milagro divino
se sature y florezca.
Dios ha de ser tan nuestro
que nada pueda nunca
robarnos la alegría;
Dios ha de ser tan nuestro,
que el alma alborozada
con salmos y aleluyas
despierte cada día.
Pastor
(FRANCISCO ESTRELLO)
Pastor, el de las manos delicadas
Que son desbordamiento de dulzura;
Luz del cielo volcóse en tus miradas
Y tu alma es lirio blanco de ternura.
Pastor que vas por montes y collados
En búsqueda de amor, de noche y día;
En tus hermosos pastos, aromados,
Florece, flor divina, la alegría.
Pastor que vas regando en los senderos
Claveles rojos de tus pies sangrantes;
Tus manos prodigiosas, con luceros,
Van trazando caminos rutilantes.
Contigo, mi Pastor, toda la vida
Se torna mieles y florece en rosas;
Y el suave toque de tu mano herida
Estremece de amor todas las cosas.
Yo te bendigo, mi Pastor, por ello,
Y me apoyo sin miedo en tu cayado;
¡Es tan bueno el camino y es tan bello
Cuando marchas, Señor, a nuestro lado!
Pastor, el de las manos delicadas
Que son desbordamiento de dulzura;
Luz del cielo volcóse en tus miradas
Y tu alma es lirio blanco de ternura.
Pastor que vas por montes y collados
En búsqueda de amor, de noche y día;
En tus hermosos pastos, aromados,
Florece, flor divina, la alegría.
Pastor que vas regando en los senderos
Claveles rojos de tus pies sangrantes;
Tus manos prodigiosas, con luceros,
Van trazando caminos rutilantes.
Contigo, mi Pastor, toda la vida
Se torna mieles y florece en rosas;
Y el suave toque de tu mano herida
Estremece de amor todas las cosas.
Yo te bendigo, mi Pastor, por ello,
Y me apoyo sin miedo en tu cayado;
¡Es tan bueno el camino y es tan bello
Cuando marchas, Señor, a nuestro lado!
"PORQUE HE VISTO
EL LADO OSCURO DE LA TIERRA..."
(ENRIQUE QUIROZ CASTRO)
Cortaré mi sonrisa esta mañana;
porque he visto muriendo a la pradera;
porque he visto llorar tras mi ventana,
la doliente y hastiada primavera.
Leñadores armados de hacha y sierra,
mutilando a la selva majestuosa
son el cáncer maligno de la tierra;
mano infame, brutal y tenebrosa.
Negaré mi sonrisa esta mañana;
porque he visto nacer a otro mendigo;
porque he visto morir a otra alma humana,
de hambre y sed,… infeliz,… sin un amigo.
porque he visto nacer a otro mendigo;
porque he visto morir a otra alma humana,
de hambre y sed,… infeliz,… sin un amigo.
Porque el hombre se ha vuelto indiferente;
egoísta insaciable de riquezas.
No hay piedad para el pobre que está al frente,
ni un pan duro a su hambruna y sus tristezas.
Cerraré mi sonrisa esta mañana;
porque he visto librarse a un criminal
al haber sobornado está semana,
con su inmundo dinero al tribunal.
Son los jueces honestos y correctos;
mas no faltan también los corrompidos,
que mancillan su honor y su trayecto,
doblegando su mano al forajido.
Morderé mi sonrisa esta mañana;
porque he visto la guerra fraticida
donde plañe la muerte su campana
y el hermano se vuelve un homicida.
Que desgracia es matar a un ser humano
o dejarlo lisiado o mal herido,
la familia lo entierra con sus manos;
no hay conciencia que aguante sus gemidos.
Sellaré mi sonrisa esta mañana;
porque he visto los cielos perforados;
ya la capa de ozono hizo ventana,
y los rayos del sol se han redoblado.
Porque el hombre no cuida su planeta
que el Señor generoso le ha confiado.
Y en el cielo se observa la gran grieta,
del escudo, que el hombre ha agujereado.
porque he visto librarse a un criminal
al haber sobornado está semana,
con su inmundo dinero al tribunal.
Son los jueces honestos y correctos;
mas no faltan también los corrompidos,
que mancillan su honor y su trayecto,
doblegando su mano al forajido.
Morderé mi sonrisa esta mañana;
porque he visto la guerra fraticida
donde plañe la muerte su campana
y el hermano se vuelve un homicida.
Que desgracia es matar a un ser humano
o dejarlo lisiado o mal herido,
la familia lo entierra con sus manos;
no hay conciencia que aguante sus gemidos.
Sellaré mi sonrisa esta mañana;
porque he visto los cielos perforados;
ya la capa de ozono hizo ventana,
y los rayos del sol se han redoblado.
Porque el hombre no cuida su planeta
que el Señor generoso le ha confiado.
Y en el cielo se observa la gran grieta,
del escudo, que el hombre ha agujereado.
Y andaré predicando sin sotana,
porque he visto lo oscuro de la tierra,
pues no existe piedad samaritana
que apacigüe los males y la guerra.
Crece el manto de rabia que enlutece,
con dolor y maldad mi fe cristiana,
y en rechazo a lo cruel que me entristece.
¡Truncaré mi sonrisa está mañana!
ROMANCE DE LA FAMILIA
En el cielo hay un letrero, que en ardientes letras blancas
nos vierte fuego en las venas … ¡como un volcán de enseñanza!.
Y en las noches de bengala, su copla es un telegrama
que acaricia con sus versos las más ariscas entrañas.
Y retumba predicando,… ¡como tormenta que pasa!:
¡La Familia es el santuario que Dios nos puso por casa!.
...Santuario de sus latidos, que nos enrama las almas
como un bosque de luceros coronando las montañas.
Y sabe el rey y el obrero, la pantera y la jirafa,
que al proteger los cachorros se horizonta la manada
y andando como una ola,…¡ la familia se agiganta!
como el viento de verano cuando abraza la esperanza.
Es la vid de una plegaria, que sangra luz en sus ramas
y cascadas de quebranto… ¡cuando un sarmiento le falta!.
La familia es la bandurria que rasga cuerdas de plata,
para exaltar las raíces, de su linaje y su estampa.
Y es el césped milenario, que nunca niega a su grama;
pues su roca y su cimiento, son el amor que derrama
su pedestal de recuerdos… ¡frente al Arco de la Alianza!:
¡La familia es el santuario que Dios nos puso por casa!.
La preservaron los viejos -¡los ancestros que descansan!-;
como un tesoro latente, ¡como simiente sagrada!,
y es por eso que ¡en voz alta! a los abuelos se alaba,
pues nos legaron su sangre, su apellido y su crianza.
Donde existe la familia brilla el sol de la confianza;
que se abochorna de orgullo porque el amor es su barca.
Cornucopia de armonías ¡resucitando mañanas!
que aún sus miembros más lejanos, de su apellido se jactan.
Los padres, hijos y nietos, son flores de temporada,
relevando en cada siglo a las fugaces camadas.
Mas la familia es la puerta, que nunca estando cerrada,
sobrevive por los siglos …¡como el mar junto a la playa!.
Y en los muros donde vive, al mirar por su ventana
verás jugar tiernos niños… ¡con los que están de pasada!;
con los brazos extendidos, reclamando como paga:
¡un poquito de cariño,… para su piel arrugada!.
Y la muerte la visita, pero va desconcertada;
cada vez que a alguien se lleva, …¡nacen dos de madrugada!.
Y es muy feliz la familia si tiene a Dios de Patriarca,
pues si Él cobija su cuna , no habrá que le falte nada.
Porque en las manos de Dios es como arcilla moldeada
¡La familia es el santuario,... que Dios nos puso por casa!.
Y hasta el arcángel más bello, … ¡contempla nuestra alborada!.
Escrito por: ENRIQUE QUIROZ CASTRO