SÓLO PARA MEDITAR

                                   FRASES QUE NOS HACEN MEDITAR

- Dejé de creer en mi amigo, pero sigo creyendo en la amistad.
- La pasión une, el amor ata.
- Para remontar vuelo, primero hay que caminar.
- Quise escapar de recuerdos, pero tenía grabadas cicatrices.
- Quien disimula su caridad, es doblemente generoso.
- Muchos pueden curar cuerpos, pocos pueden curar almas.
- El erguido es el primero en inclinarse ante lo justo.
- No ladremos, aunque nos ladren.
- Muchas arrugas indican años. Otras, sólo dolores.
- Guardé mis lágrimas, pero no puedo guardar mi dolor.
- Muchos vuelan como hojas, pocos vuelan como aves.
- Con palabras simples se expresan ideas profundas.
- Si un elogio nos perturba, no lo merecemos.
- El escritor es un mago que logra hacer volar sus sueños.
- La ironía es una agresión con guantes.
- Es de valientes confesar el miedo.
- Quien tiene ideas es fuerte, pero quien tiene ideales es invencible.
- Cuanto menos vale un hombre, menos valoriza a los demás.
- Muchos critican tu canto sin escucharte cantar.
- A algunas alturas se asciende bajando.
- Juzgamos por lo que no nos dieron, nunca por lo que no dimos.
- Las madres son las acreedoras que aceptan el pago en palabras.
- El animal siempre mata por algo, el hombre suele matar por nada.
- Quienes sólo entienden lo que ven, nada ven.
- Vivir es un sueño del que la muerte nos despierta.
- La semilla muere para que la planta viva.
- Nuestra conciencia nos quita todo premio inmerecido.
- Es triste no llegar a la vejez, pero es más triste llegar.
- Frente  a las dificultades algunos frenan su avance, pero otros redoblan su impulso.
- Abramos las puertas que podamos cerrar.
- La luz no destruye la oscuridad, la ilumina.
- Los años frenan impulsos, pero no aquietan latidos.
- Hay marcas que no se borran aunque no se noten.
- Me alegra que el dolor humano me entristezca.
- Un vencedor arrogante es un derrotado.
- La calumnia es poderosa, pero la verdad es invencible.
- Quien avanza mirando hacia atrás tropieza menos.
- Me asustaría enfrentar una multitud enardecida, pero me aterraría integrarla.
- Hay caídas que ayudan a levantarse.
                                                                   (de "Brisas")